Wednesday, February 27, 2013

Cientos de sapos miniatura cayeron del cielo augurando prosperidad


Los diminutos animales atraen la atención de los visitantes en el momento en que dejan su escondite en los pastizales y dan grandes saltos.

Comunarios de Amachuma informaron que durante los últimos días cientos de sapitos en miniatura cayeron del cielo y plagaron su localidad, lo que, según su creencia, augura un año con mucha prosperidad y abundantes cosechas.

Sin embargo, los comunarios denuncian que el trasladarse por el lugar es difícil porque, de acuerdo con el relato, si se daña a uno de estos minúsculos animales se atrae la mala suerte.

Camuflados en los pastizales donde abundan las vacas lecheras, se hallan tranquilos cientos de sapitos, sin embargo, a penas alguien camina por el lugar comienzan a saltar simultáneamente y como son muy diminutos tranquilamente se confunden con saltamontes.

Para los foráneos es un espectáculo poco visto, pero para los pobladores del sector tiene un significado más profundo.

“Cuando era niña mi abuela me contaba que estos sapitos pequeñitos caen del cielo con la lluvia, a medida que fui creciendo sus enseñanzas me parecieron cuentos, pero es muy coincidente que justamente cuando llueve aparezcan de la nada, sin que antes se encuentren sus huevos o algo así”, manifestó Ruperta Coricollo, vecina de Amachuma.

Otras personas afirman que han presenciado la caída de los sapitos.

“Para muchos es una simple creencia, pero yo recuerdo que estaba sentado cerca de mi ganado y de pronto comenzó a llover muy fuerte y de pronto a mi lado cayó uno de esos sapitos, no pudo haber saltado porque se sintió con bastante fuerza en su caída y cuando cesó la lluvia habían muchos de ellos a mi alrededor”, conto Francisco, Llanarico, ciudadano alteño.

Empero, para algunos pobladores de Amachuma significa un buen augurio para la región.

“Es que no es frecuente ver sapitos tan pequeños, si se los encuentra son más grandes, por eso dicen que estos animalitos traen buena suerte, significa que habrá bastante lluvia y con ello buena cosecha y por ende prosperidad para el lugar”, expresó Martín Llusco, vecino de Amachuma.

Y aunque algunos pobladores no saben si dar certeza a esas creencias o no, evitan dañarlos.

“Lo que sí puedo creer es que si alguien los pisa sin querer o les hace daño tiene mala suerte o se enferma, dicen que les va a ‘chupur’ (enfermar inesperadamente), yo soy testigo de que una señora que le pisó al intento porque se asustó y luego al día siguiente su pie se inflamó pero no sanaba con nada hasta que tuvo que acudir a un yatiri, desde entonces yo evito lastimarles”, contó Llusco.

A pesar de las creencias el evitar hacerles daño es muy complicado porque están por sectores donde hay pasto y se confunden con el verde de las hojas, no obstante, cuando un vecino los logra ver esboza una sonrisa ya que casi todos creen que traerán buena suerte a la localidad.

Desde el punto de vista psicológico, este tipo de creencias, ciertas o no, de alguna manera levantan la autoestima colectiva.

“Lo que sucede es algo similar que pasa con los amuletos, hace que el subconsciente de los lugareños crean que les va a ir bien y sin darse cuenta trabajan con más ímpetu, mayor seguridad y al final con el aporte de todos se hace realidad, no está mal que se tenga alguna creencia, sin embargo, hay conflictos cuando únicamente estamos esperando que nos llegue la buena suerte y no aportamos en nada”, aseveró la psicóloga Fabiola Andrade.

Además, la experta resaltó que en esta época de tecnología y avances, las creencias se están perdiendo poco a poco, cuando cada individuo necesita creer en algo por muy incoherentes que sean sus doctrinas.

Mientras tanto, los pequeños sapitos se convierten en un atractivo más de Amachuma, esperando para que los que deseen observarlos visiten este lugar que es ya un atractivo turístico de El Alto.

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