Thursday, May 9, 2013

El río Pilcomayo activa los negocios en Villa Montes

Las carpas con el techo color naranja lentamente van invadiendo la orilla del río Pilcomayo. Esa es la señal de que la veda a la pesca se levantó y que hasta el 15 de septiembre los indígenas weenhayek volverán a lo que más saben: pescar. Además, los negocios que se mueven en torno al pescado (intermediarios, restaurantes y otros), se activan.

En este inicio de temporada el precio (del pescador) de este alimento arranca desde los Bs 3 y Bs 5 (la unidad de sábalo) y sube hasta Bs 25 el kilo de dorado y Bs 30 el de surubí, que, en criterio de Néstor Nocu, subalcalde del distrito cinco de los weenhayek de la comunidad de Capirendita (a unos tres kilómetros de Villa Montes), es muy bajo y apenas alcanza para cubrir los gastos.

Nocu considera que esos valores se los tiene que volver a negociar con los intermediarios que, en su opinión, son los que se llevan la mayor ganancia y dejan muy poco margen a los nativos que durante horas deben soportar el sol y las aguas frías del Pilcomayo, y lidiar con dueños de restaurantes que no quieren pagar más de Bs 25 por el kilo de surubí.

Hay un marcado optimismo

Alberto Iticayú lentamente arma su red pollera, que le permite pescar entre ocho y diez sábalos. Espera que el río sea generoso y llegue con una ‘montonera’ de peces para que todos (ancianos, mujeres, hombres y niños) sonrían y trabajen en la captura de peces, que cada vez llegan en menor cantidad y más pequeños.

Martha Sánchez, de 80 años, agradece al río que cada año le permite trabajar, como lo viene haciendo desde hace 25 años, y ganar unos pesos para ayudar a sus hijos.

Sánchez no pierde la sonrisa y reconoce que es un poco difícil encontrar grandes peces, pero asegura que lo que llega alcanza para todos y espera que hasta junio lleguen los camiones que tienen una capacidad para 7.000 y 15.000 pescados y les compren todo.

En estos campamentos de dos o tres ‘habitaciones’ los indígenas se organizan con sus camas, ropa, ollas, platos y una que otra radio para matar el tiempo.

En los restaurantes ubicados cerca del río, el plato de surubí no baja de Bs 50 y las vendedoras dicen que esto es justo, aunque son las más criticadas por los indígenas.

Desde la dirección de Medioambiente del municipio de Villa Montes (Tarija), explicaron que el levantamiento de la veda se autorizó recién este mes a la espera de que los peces aumenten en cantidad y sumen peso

WEENHAYEK PIDEN MÁS APOYO CON ALIMENTOS

Uno de los problemas que desde hace años afecta a los indígenas weenhayek es que la pesca no es suficiente para cubrir sus necesidades por lo que deben recurrir al municipio para que le proporcione alimentos.

Hasta el momento la alcaldía de Villa Montes les ofreció pagarles una ración de medio kilo de alimentos (arroz, azúcar, fideo, harina y aceite) para unas 3.000 familias, invirtiendo en ello Bs 1 millón.

La oferta fue rechazada por los nativos que consideran que esta suma y esa cantidad de alimentos es insuficiente para una familia y sobre todo si esto tiene que durarles dos meses.

Adela Ballester, de la subalcaldía del distrito 5 de Capirendita, señaló que se propuso una inversión de Bs 9 millones, monto que fue rechazado por las autoridades locales y que hasta el momento se está a la espera de una respuesta a su pedido de ayuda alimentaria.

Cifras



400
Peces
Es lo que las redes atrapan como mínimo y máximo 800

300
Unidades
Son las viviendas que el municipio prevé edificar para indígenas

Bs 50
Plato de comida
Es el precio en Villa Montes

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