Tuesday, July 2, 2013

Veinte hectáreas de cultivos se queman en zona de Poopó

Veinte hectáreas de cultivos de cebada, alfalfa y abundante cantidad de paja se quemaron el domingo 30 de junio, en la comunidad de Callipampa, provincia Poopó del departamento de Oruro, ubicada a 65 kilómetros al Sur de la ciudad de Oruro. También se incendiaron tres casas, como consecuencia de las fogatas, realizadas por personas desconocidas.

Los dueños de las parcelas utilizaban abundante cantidad de agua para tratar de apagar el fuego, pero era imposible controlar la situación. El fuego quemaba todos los pastos secos y se extendía aceleradamente hacia las pajas y las casas, mientras que a casi un kilómetro de distancia, se reunían centenares de personas jugando fútbol, sin prestarle mayor atención a este suceso.

El humo se podía ver desde lejos. Por toda la zona se veían nubes de humo y el paso de los vehículos motorizados se hacía dificultoso por la carretera Oruro-Potosí, mientras que los dueños hacían señas pidiendo auxilio por todas partes, sin conseguir su objetivo.

Según los comunarios de Callipampa, a veces personas desconocidas se bajan de los vehículos y por jugar prenden fuego en la época más seca del año, por lo que una pequeña fogata mal apagada ocasiona esta clase de incendios, debido a que la chispa sigue avanzando sigilosamente consumiendo todo lo que está seco.

Los comunarios pidieron a las autoridades de la Gobernación, del Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería, que dirige Severo Choque, verificar las condiciones en que quedaron las casas, la cebada quemada y los cultivos de alfalfa totalmente consumidos por el fuego. “No se puede rescatar nada. Eso es imposible. Toda la zona está quemada”, afirmó una comunaria.

Callipampa se encuentra a dos kilómetros al Sur de la población histórica de Poopó. La zona no tiene carro bombero y es imposible que alguna persona pueda socorrer a los campesinos. Tampoco hay agua disponible, sino pozos de donde se logra sacar el líquido para el ganado.

Los transportistas y pasajeros que pasaban por el lugar, a las 16.00 horas del domingo 30 de junio, lo único que decían era: “¡Qué pena!.El fuego sigue avanzando e incluso cruzó la carretera, hacia los cerros del lado Este”.

Trinidad Atahuichi explicó que, en esta temporada, es difícil apagar el fuego, porque la yerba que está seca, pequeña, casi imperceptible que se encuentra por todas partes, parece una alfombra que se va quemando poco a poco hasta llegar a los pajonales, la alfalfa y la cebada.

“La única solución que se puede dar a esta clase de incendios, es echarle tierra a esos lugares, pero aún así, es difícil controlar el fuego”, dijo.

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