Sunday, September 8, 2013

Escara logra quintuplicar su población en 11 años

Escara, capital del municipio del mismo nombre, quintuplicó su población en 11 años. De 863 habitantes, según el Censo 2001 ha logrado un repunte notorio el 2013, hasta lograr increíblemente la cantidad de 4.223 habitantes.

Las cifras son sorprendentes. Los economistas, especialistas en el tema, aún no han logrado descifrar los motivos por los cuales ha crecido esa población, a pesar de las circunstancias adversas que tienen las comunidades del occidente del departamento de Oruro, donde la pobreza ha sido un común denominador.

Hace diez años, Escara era una población casi abandonada, donde únicamente reunía a semejante cantidad de habitantes, durante la fiesta patronal, Señor de Exaltación y Arcángel San Miguel, donde todos se concentran desde diferentes partes de Bolivia y los países vecinos.

La fiesta religiosa se celebra el 14, 15 y 16 de septiembre. El aniversario de la fundación de Escara es el 16 de septiembre.

Había unos cuantos estudiantes que iban a la escuela. Escara es el paso obligado para viajar a la histórica y milenaria población de Chipaya, que, como vecina, en forma extraña pierde su cantidad de habitantes.

Las autoridades aún no han logrado una explicación coherente al respecto, pero se advirtió la necesidad de efectuar una investigación minuciosa de la forma en que creció Escara, ubicada a 165 kilómetros al Suroeste de la ciudad de Oruro. Esa población, ni siquiera se encuentra el lado del camino asfaltado de Oruro-Pisiga, sino a 15 kilómetros de distancia del camino troncal.

El proyecto de Fortalecimiento Municipal, dependiente de la Gobernación de Oruro, advirtió que el incremento de población significa también el incremento de los recursos económicos y, en ese sentido, las autoridades y habitantes de cada municipio han realizado una campaña intensa para que sus parientes y amigos vuelvan a la tierra donde les vio nacer.

Según el exalcalde de Escara, Eloy Choque Condori, desde 1545, en el lugar habían errantes, en un sitio que se denominaba Wasquiri, al lado del cerro. Las familias eran Kunturis, Ankharis, Pawus, Alatas y otras, quienes con el correr de los años formaron un villorio.

El crecimiento demográfico era notorio, desde aquella época colonial y se denominó Inca Qhamacha, el nombre natural de su cumbre. Después se autodenominó Ayllu Qhamacha, que formaba parte de la jurisdicción de Wachacalla (hoy Huachacalla).

El crecimiento de su población le hizo convertir en cantón, con la Ley de 21 de octubre de 1947, pero oficialmente se inaugura el 11 de diciembre del mismo año, durante la presidencia de Mamerto Urriolagoitia.

Escara se convierte en la Segunda Sección Municipal dentro de la provincia Litoral, con los afanes de progreso de las familias de Felix Capuma, que entonces era Subprefecto de la provincia, y Casto Pimentel, director de núcleo escolar, con respaldo de Erasmo Condori, Juan de Dios Sánchez, Juan Villca, Sergio Choque, Benigno Choque, Remigio Condori, Luis Choque, Silvestre Condori, Cornelio Choque. Después se convirtió en municipio, el 16 de septiembre de 1964.

Dentro de un año, Escara conmemorará los 50 años de municipio, cuya extensión territorial es de 1.060,17 kilómetros cuadrados y hoy con una población de 4.223 habitantes.

Escara vive de la explotación de ganado camélido, de la papa y la quinua, pero también se ha introducido con firmeza el comercio internacional, con las familias que viajan en forma permanente hacia Chile y Argentina. Antes, tenía una producción solo para la subsistencia, pero hoy, con su crecimiento notorio, también ha mejorado su economía.

“Los escareños no se olvidan de su tierra”, decía Eloy Choque y, por esa situación, para el censo del pasado año hubo una concentración masiva de escareños, con el impulso de su alcaldesa, Betty Zenteno,de 29 años, una de las autoridades municipales más jóvenes de Bolivia.

Los escareños son viajeros y siempre están buscando mejores condiciones de vida. Oruro es uno de los lugares preferidos para trabajar en las instituciones públicas y privadas, pero cuando se trata de las fiestas religiosas, se contratan las mejores bandas de música y las mejores orquestas nacionales. Nadie mide sus gastos, con las famosas comparsas Splendid, Fraternidad y la Arribeña, pero también hay morenadas, caporales, tinkus, llameradas, incas, huancayinos, diabladas, cullaguadas y los morenos de Ujsajama, formado con residentes escareños en Chile.

Como parte de los atractivos turísticos están el río Lauca, los chullpares, la fortaleza Carpamujruta, la ciudad pétrea de Warnusa, la Escalinata Sagrada al Milagroso Molle del Señor de Exaltación, las vicuñas, llamas, alpacas, quirquinchos de sus arenales, águilas y cóndores que se advierten revoloteando en los alrededores, la thola y la lampaya, como plantas medicinales.

Escara crece y su vecina, Chipaya, que está a cinco kilómetros de distancia, languidece. Escara quintuplica su población, mientras que Chipaya pierde población y, según el censo, solamente son 143 habitantes, pero cuando tabularon los datos, hace poco tiempo tenían 636 habitantes, según las autoridades Andrés Choque Huanaco y Apolinar Flores Huanaco.

“En menos de un año han desaparecido 493 habitantes”, según las autoridades de Chipaya.

Escara sigue el camino del crecimiento, la arborización, a pesar de la adversidad del clima. Está a 3.783 metros sobre el nivel del mar.

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