Lejos de ser una solución concertada, la designación de Marco Velásquez
como nuevo burgomaestre de La Guardia vino a complicar el conflicto en
ese municipio, que ahora tiene tres alcaldes, pues Jaime Cabrera, que
gobierna desde la Alcaldía, asegura ser la autoridad legalmente
reconocida, al igual que Rolando Romero, que instaló su despacho en el
kilómetro 9. Mientras tanto, las quejas de los vecinos por la
desatención siguen; pues deben lidiar con los malos olores que despide
la basura acumulada en sus calles, no hay mantenimiento de las áreas
verdes y las guarderías continúan sin alimentos.
Velásquez fue elegido el jueves por el
Concejo que preside Jenny Fernández, en remplazo de Cabrera. La nueva
autoridad, que instaló su despacho en el edificio del Concejo, aduciendo
que no quiere generar más conflicto, hasta ayer, por la tarde, aún
aguardaba a que salga la resolución que deberá avalar su designación.
Se
conoció que por la mañana se reunió en la ciudad capital con
representantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) y, al ser consultado
al respecto, indicó que busca apoyo no solo de su pueblo, sino también
de las autoridades del Gobierno, pues su objetivo es devolver la
tranquilidad a La Guardia. No obstante, adelantó que si no consigue
respaldo para trabajar, está dispuesto a renunciar.
Cuentas habilitadas
Mientras
Velásquez se encontraba en la ciudad capital, Cabrera recibió a los
medios de comunicación en su despacho para informar de que logró
habilitar las cuentas de la Alcaldía a su nombre, lo que le permitió
cancelar los sueldos de los funcionarios municipales, que levantaron la
huelga de hambre que instalaron fuera de la Alcaldía.
Cabrera
mostró un documento del 29 de septiembre que habilita 14 cuentas de la
Alcaldía a su nombre. “Yo soy el alcalde de La Guardia, tengo las
cuentas a mi nombre y lo único que tengo que hacer es trabajar por mi
pueblo. Mientras no me llegue nada sobre la destitución, yo soy
alcalde”, dijo Cabrera al ser consultado sobre la decisión tomada por el
Concejo Municipal.
Se constató que Romero continúa trabajando
desde el edificio municipal del km 9. En el lugar también se procedió a
pagar sueldos al personal.
Los servicios a medias
Por
su parte, algunos vecinos indicaron que están cansados de vivir con la
basura ‘hasta el coto’. Hasta ayer todas las calles estaban con bolsas
negras con basura amontonada. En algunos lugares el olor era
insoportable. “Estamos acobardados de esta situación, hace tiempo que
recogen la basura cuando les da la gana”, dijo molesta una vecina que
vive a la altura del km 14.
El dirigente del barrio Valparaíso,
Luis Aguirre, se quejó porque las áreas verdes están llenas de maleza y
la limpieza no llega. Las guarderías municipales siguen desabastecidas,
aunque ya se pagó a los funcionarios de estos centros
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