En la primera sección de la provincia Méndez, al norte, pasando la comunidad de León Cancha, verdes cultivos y oscuros arados se desparraman en un amplio valle. Alguna cigarra se percibe a lo lejos, los pájaros alzan vuelo de entre los árboles y trinan en los alrededores.
Más de 200 durazneros inmóviles se yerguen triunfantes en una empinada planicie. En su conjunto forman un solo panorama de arbustos que brillan cuando el sol choca sus hojas y sus golpeados frutos.
Pero también en la comunidad hay animales, vacas y algunos burros que caminan al costado de la polvorienta y empedrada carretera. El paisaje se acompaña con casas que poseen muros de piedra.
Criba es el nombre del poblado que acoge a 26 familias que se dedican al trabajo de campo. Su nombre es justo, puesto que el paisaje parece cribado (cernido) por la comunidad, que a pesar de no estar muy alejada de la ciudad y del poblado de San Lorenzo se mantiene consecuente a la naturaleza.
La comunidad de Criba y toda la zona Alta del valle de Méndez es productora de duraznos. Muchas veces éstos son vendidos al mercado de la ciudad capital de Tarija, otras veces a Santa Cruz y en algunas ocasiones lo secan y lo convierten en pelón.
Sin embargo, respecto a los duraznos hay un problema. Criba hace años que no prueba uno de sus duraznos ni tiene beneficio real de venderlos al mercado. La causa la constituyen las tres heladas consecutivas que mataron al fruto.
El dirigente de la comunidad de Criba, Adrián Tarifa, relata que como representante de la comunidad y además periodista de radio, socializó los desastres que ocasionan el mal tiempo y azotan a su zona en repetidas ocasiones.
Pero a pesar de esto lamenta que ninguna autoridad se hizo cargo de ello, la última granizada tuvo lugar al finalizar noviembre, y de igual manera las autoridades de San Lorenzo, municipio al cual pertenece Criba, no solucionaron los daños.
“Hemos dado parte a las autoridades pero poco o nada hicieron, han venido a hacer una evaluación para recompensar a las familias campesinas pero hasta el momento no tenemos noticia” explicó Tarifa.
Las zonas de durazneros que fueron afectadas y perdieron más del 60 por ciento de su producción son Palacios, León Cancha, Criba, Nogalitos, San Pedro de las Peñas y Alpahuasi, estos dos últimos producen también higos, ciruelos y otros frutos que se vieron de igual manera destruidos por el granizo.
Tarifa explicó que los últimos cuatro años “lamentablemente no los han recompensado”.
“Antes decían que no había ley, ahora que hay dicen que no hay reglamentación, para que la Alcaldía o el Ejecutivo Seccional nos ayudé cuando ocurren desastres”, dijo.
Ante la queja del dirigente de Criba el periódico El País EN, intentó comunicarse, repetidas veces, con el ejecutivo seccional Francisco Villarrubia; sin embargo éste contestó y explicó que estaba en el campo y la señal telefónica no era buena. Por otra parte, funcionarios municipales de San Lorenzo negaron conocer el tema y tampoco colaboraron con información.
Algo que explicó el dirigente campesino de la comunidad de Criba fue que, ni bien había terminado la última granizada que destruyó los campos de durazneros llamó al ejecutivo Seccional (Francisco Villarubia) para que conociera la situación. Sin embargo, no hubo respuesta concreta.
Hasta la fecha las familias de Criba sólo recibieron visitas de técnicos que evaluaron la situación, ningún plan o estratégica para evitar desastres. Algo que lamentan son las pérdidas económicas casi totales, puesto que su producción no es suficiente como para devolver los costos operativos del traslado del fruto al mercado.
Papa, maíz, avena, arveja y animales de granja significan la producción de Criba, también su supervivencia. Desde que empezaron la producción de durazno sólo un par de años les resultó una ganancia, luego los desastres naturales impidieron el crecimiento económico de la producción.
Por otra parte los comunarios de Criba se encuentran implementando una cadena de riego para beneficiar sus cultivos, Tarifa dice que esto es sustentado con recursos del Prosol (Programa de Solidaridad Comunal); empero añade que se necesita más presencia de las autoridades.
Olvido de las
autoridades
El verde y floreado Valle de Criba según sus habitantes se encuentra olvidado por las autoridades, otro punto que respalda esto es que no existe recojo de basura en la comunidad, por lo que muchos de sus desechos orgánicos los reutilizan como abono.
Las botellas plásticas de gaseosa son reutilizadas como masetas o sirven también para acarrear agua. Sin embargo, existe materia de desecho que no puede ser reciclada y reutilizada, al menos la tecnología existente en Tarija no lo permite.
Bolsas plásticas, tapas, papel higiénico, vidrio, metales y todo el material no reciclable se deposita en una fosa en León Cancha, parte de éste también es quemado. Para resolver cada semana el problema, los dirigentes de las comunidades sostienen reuniones, donde se explica cómo desechar la basura.
Es preciso recordar que la Empresa Municipal de Aseo Urbano de Tarija (EMAT), concluyó el contrato con el municipio de San Lorenzo en el mes de junio. Desde que la empresa de recojo terminó sus servicios, la Secretaría de Desarrollo Económico Social se encarga de desechar los desperdicios del municipio de Méndez.
San Lorenzo además no cuenta con un botadero donde los desechos puedan ser tratados de acuerdo a su tipo y con las medidas ambientales correspondientes. Hasta ahora no existe una declaración oficial de donde se están desechando tanto materiales clínicos como los desperdicios que se deben manipular de una manera diferente a la basura común.
La zona alta de los valles de Méndez suponen alrededor de 200 familias, que se encuentran esperando un mejor manejo por parte de autoridades, es una zona rica en producción agrícola y carozos. Lo rescatable es que sus habitantes con su sencillez y humildad todavía no pierden el buen humor y saludan contentos a los que los visitan.
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