Llegar a divisar esas rocas con formas que le dio la naturaleza es toda una experiencia, ya que tras dejar el camino de tierra, el recorrido debe hacérselo a pie.
El paisaje del visitante se caracterizará por la presencia de rocas gigantes. Hay un sendero que conduce hasta el interior de este terreno, se deben pasar por pequeños arcos de rocas. Son dificultades que serán superadas con un poco de esfuerzo.
Ya en el interior hay un riachuelo, arena, pero allí se concentra la mayor riqueza de la visita. En el entorno están rocas con figuras de animales. A su vez estás imágenes representan los cuatro elementos, agua, fuego, tierra y aire, escenificados por un cachalote, un puma, el pico de un águila y un toro.
Allí también se encuentran otro tipo de rocas que se cree son cuidadores milenarios al ingreso de un templo. Seguramente de alguna cultura sin precedentes. Hay también guardias que entran en conjunción con la naturaleza, como son las vizcachas, están alertas al paso de los visitantes, vigilándolos de cerca.
El lugar se caracteriza porque reina un ambiente de paz y tranquilidad. El sonido del viento hace más apacible la estadía en un sitio que solo existe en la Alta Tierra de los Urus.
No comments:
Post a Comment