Roberto Figueroa es el Intendente de San Benito, municipio del Valle Alto de Cochabamba, y su única compañera de trabajo está a cargo de Higiene y Sanidad. Su trabajo se desarrolla de lunes a lunes y no puede precisar horarios de entrada ni de salida pues debe controlar restaurantes, colegios, locales de expendio de bebidas alcohólicas y fiestas bailables.
Existen intendencias municipales en las provincias que operan hasta con solo dos personas, debido a la falta de recursos.
En la ciudad de Cochabamba, según la intendente municipal Luz Rojas, en un año, los efectivos subieron de 22 a 150.
Las intendencias reconocen que siempre falta más gente para realizar controles adecuados.
Figueroa explica que para fortalecer su trabajo coordinan con la Policía y la Defensoría de la Niñez.
“San Benito es un municipio pequeño, pero en los últimos años se está convirtiendo en un lugar comercial en lo referido a la venta de comidas”.
Cuando hay fiestas bailables, los únicos funcionarios de la Intendencia descansan un poco y retoman los controles a las 23:00 horas para verificar que no haya menores de edad consumiendo alcohol, ni excesos de ningún tipo.
En la actualidad tienen más trabajo en la zona de Paracaya donde incrementó la venta de chicharrón y pescado a la parrilla.
El municipio de Colomi, en la provincia Chapare, también trabaja con solo dos personas, el intendente Juan Peña y un policía municipal.
Peña se queja por falta de funcionarios. “No alcanza. Nos falta personal para hacer controles con guardias y policías municipales”.
En Cliza, Valle Alto, son siete los funcionarios de la Intendencia: el intendente José Luis Delgadillo y seis entre comisarios y policías. En los tres meses recientes clausuraron seis locales.
Delgadillo expresa que no solo en Cliza, sino en todos los municipios, se necesita más gente en la Intendencia.
“Cliza necesitaría aproximadamente 25 personas. No solo controlamos que no haya menores en locales, sino también en internets donde van los muchachos y está prohibido”.
Esta autoridad describe que el principal problema con los vendedores, que son alrededor de 500, es el avance de puestos y la venta de productos en el suelo.
La cantidad de habitantes y las distancias suelen ser conflictivos para los funcionarios.
Villa Tunari, en el Chapare, es el cuarto municipio con más habitantes (72 mil) del departamento. Tiene 11 distritos y solo nueve personas en la Intendencia.
El intendente Darío Huanca informa que uno de los problemas que más trabajo le da son los locales. En cuatro meses clausuraron siete lugares por presencia de menores de edad y falta de higiene. “Nunca hubo clausuras antes”, enfatizó.
Incluso determinaron Ley Seca, pero identificaron que la gente salía a otras zonas para beber.
El encargado de Mercados de Sacaba, René Quispe, explica que hay 30 personas en la Intendencia y lo ideal sería unas 50.
La responsable legal de la Intendencia de Quillacollo, Cecilia Morales, sostiene que en su municipio hay 40 guardias municipales y estima que para un mejor trabajo se requieren al menos 20 más.
Apuntes
San Benito
Pese a las carencias, aseguran que lograron controlar mercados porque solo hay dos organizaciones de comerciantes.
Villa Tunari
Prevén contratar a tres personas más en 2017, para defensa del consumir, inocuidad y la parte legal. En la actualidad, un comisario, que es ingeniero en alimentos, hace los controles de inocuidad, higiene y la manipulación de alimentación.
Sacaba
Realizan controles junto a la Policía en locales, reconocen falencias en el control del nuevo mercado.
Quillacollo
Necesitan más cantidad de personal para actividades como la festividad de Urcupiña.
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