Por su característica geográfica, la región se destaca como un valle encajonado con pequeñas terrazas aluviales. Presenta predominantemente un paisaje de montañas y serranías de origen estructural moldeadas por procesos glaciales que permite a la población el asentamiento y el cultivo en las terrazas o planicies que se forman en el fondo de las quebradas, en los márgenes del río Luribay. Las viviendas son dispersas y existen escasas áreas de forestación nativa. La mayor parte es ocupada por el lecho del río Luribay.
La comunidad Cachualla fue creada el 21 de septiembre de 1902, durante el gobierno de José Manuel Pando, después de la creación de la Provincia Loayza, mediante Decreto de la Junta de Gobierno y Acta de la Convención Nacional el 29 de Mayo de 1899. Cachualla, antes de su creación y como comunidad propiamente dicha, ya existía en los albores de la época colonial, cuando los descendientes de los españoles se asentaron en tierras del Abya Ayala, usurpando tierras ajenas. Después de la independencia muchos descendientes españoles continuaron ocupando las tierras de los comunarios, manteniendo el sistema feudal, considerando a los pobladores indígenas como “peones”.
En el caso de la comunidad de Cachualla, Benjamín Latorre, descendiente de los españoles, se estableció en el lugar como dueño y propietario de las tierras, mantuvo el sistema de la encomienda y el sistema feudal. Al adueñarse de estas tierras sometió a los nativos de los diferentes poblados al trabajo como “peones o pongos”. Ofreció dotarles de terrenos a cambio del trabajo gratuito por tres días para el patrón y dos días de trabajo para la familia del peón. Sin embargo, posteriormente Benjamín Latorre, decidió heredar a sus dos únicos hijos, Víctor y Angélica Latorre estas tierras. Es decir, decidió dejarle la propiedad que actualmente lleva el nombre de “Cachualla” a su hijo Víctor La-
torre, y la propiedad de “Collpani” a su hija Angélica Latorre.
A partir de la división de la propiedad del patrón a sus dos hijos, la comunidad de Cachualla y Collpani históricamente comparten una iglesia común, y se consideran como una sola comunidad. Los pobladores indígenas conjuntamente con los dueños de estas tierras decidieron realizar la fundación de la comunidad, denominándola en lengua originaria aymara “K´acha Jallalla”, (K’acha, bonito; Jallalla, viven felices) que significa “Viven bonito y felices”, porque los patrones no trataban tan mal a sus peones, al contrario eran considerados con el debido respeto. Con el pasar del tiempo y debido a las migraciones el nombre de “K´acha Jallala” fue castellanizándose como “Cachualla”.
Por otro lado, la población celebra diversas festividades religiosas relacionados a las creencias y costumbres, especialmente aquellas relacionadas a santos patronales y relacionadas con la naturaleza. Entre las más importantes son: Niño Jesús, 1 de enero; Virgen de las Nieves, 5 de agosto; carnavales, Virgen del Carmen, 16 de julio. La música que interpretan mayormente es la zampoñada, tarqueada y moseños. Actualmente, la organización social es el Sindicato Agrario, que reemplaza a la antigua organización social del ayllu.
Producción. Por su historia milenaria y característica geográfica, la principal actividad económica de la población es la producción agrícola y frutícola, abunda el durazno, uva, pera, pacay, higo, tomate, maíz, haba, arveja, lechuga, papa y otras verduras. Por lo tanto, la principal ocupación de los miembros de la comunidad es la agricultores.
Educación. El hermoso valle de Cachualla acoge a estudiantes de diferentes comunidades colindantes dentro de las aulas de la “U. E. Simón Bolívar”, fundada el 24 de Julio de 1977, en conmemoración al nacimiento del gran libertador de cinco naciones, Simón Bolívar.
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