El municipio de Puerto Quijarro amaneció en calma y sin un solo efectivo policial. La noche del miércoles, un grupo de enardecidos pobladores descargó su rabia contra la comisaría policial de esa localidad, tras la muerte del comerciante Marco Miguel Parada ocurrida en Santa Cruz.
Los pobladores acusan al destacamento de Policía local de haberlo golpeado hasta causarle graves heridas el 31 de octubre. El hombre fue trasladado a Santa Cruz para ser atendido de sus heridas, pero falleció el miércoles de un paro cardiaco y su cuerpo tardó en ser entregado a sus familiares en la morgue de la Pampa de la Isla.
“La gente está concentrada en el velorio de don Marco, después de a las 06:00. Las instalaciones de la Policía siguen ardiendo, hay dos vehículos quemados y la gente solo mira. No hay ni un policía, no hay nadie”, informó el corresponsal de EL DEBER, Lorenzo Yopie.
El cuerpo sin vida de Parada está siendo velado a lado de la comisaría policial que aún está ardiendo y cayéndose a pedazos, según constató Yopie.
“El velorio se está realizando a una cuadra de la Plaza principal, en la avenida Naval, una arteria principal de la ciudad que la conecta con Puerto Suárez”, dijo.
La población reaccionó luego de conocer que el cuerpo de Parada no podía ser entregado a los familiares por una serie de trámites en la morgue.
“La información que la gente conoció fue que hubo mucha burocracia para la salida del cadáver de la morque de Santa Cruz. Se retrasó el informe forense, hubo errores que retrasaron el retiro de cadáver hasta pasado las 21:00”, explicó el corresponsal.
Los cuatro uniformados de la Policía se refugiaron en Puerto Suárez. Las instalaciones quedaron destruidas y tres presos se dieron a la fuga.
“Este hecho fue una sumatoria de cosas porque. Pasó lo que se temía. Por ejemplo, la semana pasada hubo un asesinato y no se esclareció el caso. A esto se suma esta muerte en la que están involucrado policías”, informó.
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