INTRODUCCIÓN: En la provincia Larecaja, tanto en el área urbana como rural se tienen las siguientes historias, creencias, costumbres, cuentos, mitos y el tema relacionado a la Reforma Agraria:
TAPADOS O ENTIERROS: Se afirma sobre todo en las áreas adyacentes a los pueblos, ex haciendas y otros fundos, que la gente allá por 1900 y antes, enterraba monedas de plata y oro en recipientes de barro y tinajas (ya que no habían bancos), cuya presencia se manifiesta al presente, a fines del mes de agosto, dando llamaradas de fuego de los gases acompañantes y de esta manera, el feliz buscador de tesoros encuentra su “entierro”.
Un “entierro” o “tapado” está compuesto por oro, plata y otros tesoros antiguos. Hasta hace algunos años atrás se usaban detectores de metales para buscar estos “tapados”.
ACTIVIDAD TEATRAL: Detrás de la Alcaldía Municipal de Sorata, existía un Teatro Municipal, donde se practicaba el arte escénico, con artistas como Humberto Rada de la Peña (sorateño), Picolomilini (autor del Himno a Larecaja y obras puestas en escena como la “Soratina”, “Retamita”) y otras por Don Hugo Vargas.
Los alumnos de la Escuela Fernando López Loza presentaban sus veladas. Este teatro también servía para la presencia de artistas foráneos y del lugar, habiendo actuado las “Hermanas Espinoza”, “Herma-nas Arteaga”, etc. Además, los días jueves, sábados y domingos se presentaban películas en funciones de noche, que servían de distracción. Para la realización de la propaganda de cada película, se contrataban 5 niños y jóvenes los cuales iban por todo el pueblo gritando (cantando) “esta noche, gran función, en el Teatro Municipal, con la película…”. Asimismo se tenían las fiestas (bailes) donde intervenían artis-tas como Rubén Chávez, Romelio Gironda y N. Gárate. Se debe recordar que lastimo-samente, este Teatro fue demolido, sin la consulta respectiva a los habitantes de So-rata, esperando que en un futuro sea nue-vamente reconstruido. En la fiesta del estudiante (21 de septiembre), se realizaban festejos a los niños con diferentes actividades; así, en 1950, los alumnos de la Es-cuela Fernando López bailaban el “tundi-qui”, siendo pintadas sus caras con corcho quemado y vestidos con camisas blancas y con un pañuelo rojo de seda en el cuello, llevando en las manos el “reque reque” y cantando, con cuya música bailaban. To-dos los niños eran dirigidos por un personaje denominado “caporal” (capataz), que fuera de la vestimenta antedicha, tenía un sombrero grande, látigo, botas y revólver, personaje hábilmente desempeñado por Mario Tórrez. Esta danza (“tundiqui”) fue el precursor de los “caporales” y “negritos” actuales. Entre las varias canciones interpretadas por los “tundiquis” se pueden citar: “esta negra no es mi negra, de quien su negra será…”; “subiremos, subiremos la cuesta, hasta que salga laaa Macuca…”.
ADQUISICIÓN DE INMUEBLES: La mayo-ría de los inmuebles de la población de So-rata tienen relación directa e indirecta con el oro extraído de la región de Tipuani. Otrora los inmuebles tenían su precio en oro y se hacía un trueque de los inmuebles por oro, así el “Alojamiento Central Sorata” costó 7 kilos de oro, la ex casa Dockweiler 4 kilos, la ex casa López 4 kilos, etc. Cabe recalcar que el patrón era el oro.
BANDOS: Hasta antes de 1970, no existían radios en Sorata, razón por la cual las comunicaciones de la Honorable Alcaldía Municipal hacia la población, se realizaban mediante “bandos”.
Los bandos consistían en que el Secretario de la Alcaldía, acompañado por varios tamborileros y tomando el papel u hoja de la “Ordenanza Municipal por ejemplo Nº 015/2.016” salía a las calles y leía las ordenanzas en voz alta, en las principales esquinas de Sorata, aproximadamente a las 10 de la mañana. El bando se comen-zaba diciendo: “Vistos:…, Consideran-do:…, Por tanto:…, Resuelve:…, Artículo Primero:…, Regístrese, publíquese, cúm-plase y archívese”.
En los bandos, se recordaba a la población el pintado de las casas antes de las diferentes festividades, el deshierbe de las aceras y reglamentaciones en relación a la venta de bebidas alcohólicas. Actualmente los comunicados se realizan mediante la Radio Santa Clara, situada detrás de la Iglesia Católica de la Plaza, o simplemen-te, pegando las ordenanzas en la puerta de la Honorable Alcaldía Municipal.
KASAWUI: Cuando una persona se pone pálida es que sufre de anemia (“kasawui”) y los niños enfermos con anemia comen tierra u otras sustancias.
SEMINARIO DE LOS CONCEPCIONIS-TAS: Allá por 1893, existía en la zona donde se encuentra el “Cementerio General” (al lado de la casa de los hermanos cristianos), el “Seminario de los Concepcionistas” con su capilla (Iglesia), que formó inicialmente, en teología a grandes personajes como Camilo Marín Murillo (ex Diputado Nacional de Bolivia), los herma-nos Cuba (siendo Donato Cuba un jurisconsulto notable), Nicanor Monrroy Zeba-llos (ayateño y abogado) y otros.
Los sacerdotes concepcionistas resentidos por diferentes problemas se retiraron de Sorata y se cuenta que al despedirse de esta tierra a la altura de “Ulluntija” sacudieron sus sotanas (trajes) del polvo sora-teño y maldijeron al pueblo.
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN SORA-TA: Dentro de la educación fiscal allá por 1948, solamente existía la Escuela Fernando López Loza (hoy situada detrás de la U.E. Juan XXIII, convertida actualmente en garaje de la misma U.E.), en un ambiente donado por el Sr. Loza, el cual era un periodista, se impartía solamente la educación primaria. Algunos pocos alumnos que no tenían bancas de madera, tenían que llevar a la escuela su adobe para poder tomar asiento.
Asimismo en 1948 existían también ambientes, en casas particulares, llamados “pagantes”, donde se enseñaba a leer, así tenemos a “Salomé”, “Esther Agramont”, “Zoraida de Aponte“, “Enriqueta” y “Cispico (Cipriano)”, de esta manera muchos niños aprendieron a leer, primero conociendo el abecedario, luego el deletreo y posterior-mente la lectura corrida. La gente del área rural y muchas personas de Sorata prefe-rían enviar a sus niños a los “pagantes” ya que los padres de familia querían que solamente los niños aprendan a leer y nada más. Mucha gente sola-mente recibió esta formación en los “pagantes” y luego se formaron de manera autodidacta. Esta acti-vidad, por un lado, favorecía y por otro lado competía con la escuela fiscal y se daba la anécdota de que los maestros de la escuela fiscal inclusive demandaban ante la policía a los docentes (“Cispico”) de estos centros de educación privados porque la escuela fiscal no tenía alumnos. Antes de empezar las clases los niños traían agua y limpia-ban para los maestros, así a manera de broma se llegó a inventar: “a, b, c, pichanim (barrer), a, b, c um waytani (trae agua), etc.”.
Quienes terminaban sus estudios de primaria en la escuela fiscal o asimismo asistían a los “pagantes”, para acceder a la educación secundaria tenían que trasla-darse a la ciudad de La Paz o migrar para estudiar en las normales de Warisata o Santiago de Huata, lo que implicaba un gran esfuerzo económico para los padres de familia. De esta manera, se formaron muchos profesionales y otros tantos emi-graron a Tipuani para dedicarse a la activi-dad minera del oro. Por ejemplo, hasta ahora solo un sorateño logró ser “General de Ejército” (Augusto Sánchez). Unos pocos migraron hacia la Argentina, Brasil y Estados Unidos (Dr. Jaime Botello Ch. quien trabajó como médico en la policía de Washington-Estados Unidos). En la Es-cuela Fernando López, el plantel docente, estaba constituido por profesores y profe-soras de gran vocación, así podemos re-cordar a:
Humberto Crespo, Luis Beltrán, N. Tejerina, Hugo Pérez, Alicia Aponte, Julia del Llano, los esposos Céspedes, Imaña, D. Marzana, Dora Villamor, N. Sillerico, Gla-dys Virreira, Norma Peñarrieta, Marcelino Arroyo, Moisés Maldonado, Angel Alba, N. Casanovas y Betty Aneiva. Entre los pro-fesores de educación física se tenían a Don Nicolás Pabón, N. Velásquez y entre los profesores de música a Belisario Picolomilini Ríos, Federico Ruiz (que inter-pretaba el violín) y N. Sardón (que ejecu-taba el clarinete).
Cada lunes se realizaba una hora cívica a cargo de un profesor o profesora nombrado semanalmente, quien también era encargado de la disciplina. En los cursos, rotaban los alumnos para encargarse de la limpieza y regadío de las plantas. Las operaciones de suma y resta se aprendían ayudados con granos de maíz y para las decenas (10) se usaban los chuis (una especie de porotos muy duros que no se comían). Actualmente existe el dicho “¿o quieres que te explique con chuis?”. La enseñanza era muy estricta y regía el pa-radigma: “la letra entra con sangre”, de manera que existía el “palmetazo” o “reglazo”. Niños de comunidades cercanas a Sorata caminaban varias horas para asistir a clases, casi todos los alumnos hablaban el aymara y el castellano. Estos niños traían su fiambre (merienda) y preferían la educación en Sorata ya que en ciertas comunidades existían escuelas con un so-lo profesor que enseñaba todos los grados.
En 1961 aparecieron las Unidades Educativas Juan XXIII y Gral. Peñaranda que ya impartieron la instrucción secundaria, sacando posteriormente (1975) “Bachille-res en Humanidades”. Actualmente, en So-rata existe la educación para los adultos. El año 2007 apareció solo por 1 año, la Universidad Mayor de San Andrés con las carreras a nivel técnico medio de Auxiliar en Enfermería, Turismo y Contabilidad; las clases se impartieron en la Unidad Educa-tiva Juan XXIII.
HISTORIA DE LA PRESENCIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN SORATA: Los po-bladores de Sorata, mayormente eran católicos. Alrededor de 1893 existía un “Seminario”.
En 1950 la Iglesia Católica estaba a cargo de la “Congregación Redentorista”, cuyos sacerdotes daban también clases de religión en la Escuela Fernando López Lo-za. Cabe resaltar entre los sacerdotes al Padre Clemente Maurer que posteriormente fue el “Primer Cardenal de Bolivia”. Fuera de la religión católica existía la educación de los “evange-listas” y “luteranos” (cris-tianos), que también predi-caban. Después de los “Padres Redentoristas” lle-garon los “Padres Franciscanos Italianos” (1958). Posteriormente (1959), arribaron los “Padres Fran-ciscanos norteamericanos de la provincia de Nueva York” quie-nes quitaron de la Iglesia las imágenes (botando los santos al basural o cenizal) e inauguraron el Colegio Juan XXIII (como San Francisco de Asís el 11/04/1961, fruto de la primera Resolución Ministerial del 28/10/59) y el Seminario de Espada para la formación de futuros sacerdotes. Entre estos podemos citar a los Reverendos Pa-dres Rafael Mc Donald, Joaquín Maheler y otros. Todo dependía del Obispado de Coroico. Los sacerdotes se encargaban de celebrar la Misa principal en Sorata el 14 de Septiembre, fiesta de San Pedro, Se-mana Santa, como también las misas de las fiestas de los diferentes cantones.
EL “CHASKA PACEÑO”: Los sorateños acostumbraban ir a la fiesta del Rosario a Ilabaya en el mes de octubre, de esta manera el “chaska paceño” fue a la fiesta y en ésta, invitó a bailar a una dama ilabayeña; el “chaska” decía: “¿señorita cómo se llama usted?” y la dama contestaba en un español mezclado con aymara: “joven, no me hables compás pierdicitata (joven no me hables, me vas a hacer perder el compás)”. Al cabo de un año el “chaska” contraía matrimonio con la citada dama.
“EL ALBITA”: En 1950, el Servicio de Co-rreos de Sorata hacia los cantones era muy pobre. Sin embargo, existía el señor Alba, llamado cariñosamente “Albita”.
Este señor llevaba la correspondencia de Sorata hacia Tintilaya, Tacacoma, Quiabaya y otros. “Albita” era un gran ca-minante, no usaba zapatos (en aymara se dice “pata pila” o “kara kayu”), poseyendo unos pies muy grandes. En esa época pocos camio-nes recorrían las rutas y se cuenta que en una ocasión le ofrecieron llevarlo, pero él se resistió al punto de llegar al llanto ya que él confiaba más en sus pies.
FAMILIAS ALEMANAS: En Sorata vivieron familias alemanas, dejando algu-nas sus descendientes, así tenemos a: Ernest Gunther (vivió poco o nada en So-rata), Alberto Fernholz Ha-berland, Federico Kreu-zer, Hans Dockweiler y Ernesto Mayer.
FAMILIAS ITALIANAS: En Sorata vivieron (1) Don Er-menegildo Bertoia, (2) F. Valentini y (3) Berzani (vivían en Koribaya). Ber-toia construyó muchas obras. Se dice de F. Valentini que tenía un billar en la Plaza de Sorata. Además se tuvo a los Reverendos Padres Franciscanos (1959) donde sobresalía el Padre Sebastián y la denominada “signorina” (señorita) que rea-lizaba labores de enfermería.
FAMILIAS LIBANESAS: En Sorata estu-vieron representadas por Antonio Asbún, José Safadi y Elías Zaiduni. En la década de 1950 José Safadi participaba en varias carreras de autos a nivel Bolivia, con su vehículo llamado “El Sorateñito”.
REVERENDOS PADRES NORTEAMERI-CANOS: Desde 1960 hasta 1980, se pue-de destacar la labor de los Padres Fran-ciscanos Norteamericanos sobresalien-do el “Padre Joaquín Maheler”, quienes refac-cionaron la Iglesia, construyeron la “Casa Cural” (hoy Oficina parroquial), fundaron la Unidad Educativa “Juan XXIII” (1961), como también el “Semina-rio Espíritu Santo”. Se debe destacar la enorme colaboración que prestaron a la juventud sorateña, así el Padre Joaquín en marzo de 1962, patrocinó el viaje del “Club Perla Andina” a la localidad de Guanay.
CONGREGACIÓN DE MADRES (HER-MANAS): En Sorata administraron la Unidad Educativa Juan XXIII hasta 1986 la “Congregación de Dominicas del Ro-sario” (hermanas Carmela 1966-67, So-ledad Equiza 1968-72, Margarita Gon-zales 1973-77 y 1980-82, Tomasa Martín 1978-79 e Inés Aldave 1983-85). Desde 1986 está la “Congregación de Francis-canas Misioneras del Sagrado Corazón” (hermanas Assunta Bordignon, Luz Mari-na Velásquez y Daniela Piccolo).
EXCURSIONES: En la década de 1950, los alumnos de la Escuela Fernando Ló-pez, realizaban excursiones y viajes, así iban hasta Ilabaya, al río San Cristóbal, al río Challasuyo y otros lugares, con el fin de conseguir la integración de los alumnos.
También se viajaba a Copacabana. De la misma manera, llegaban a Sorata de-legaciones de estudiantes provenientes de la ciudad de La Paz y otras poblacio-nes. Las delegaciones ins-talaban sus campamentos en Capinota, Espada y en la Cancha.
LA RUTA DEL ORO: El año 2010 se realizó “la ruta del oro”, por varios distritos mi-neros, en la que 13 jinetes partieron de Sorata si-guiendo por Laripata-Con-zata - Incachaca - Santa Rosa - Mapiri - Kilapituni-Chimate y Guanay (en total 177 kilómetros).
DOÑA FRANCISCA Y SUS “LLAUCHAS”: La señora Francisca vivía en la Ave-nida Villamil de Rada (era esposa del señor “Cispico” y preparaba unas ricas “llauchas” (em-panadas especiales con relleno de que-so y ají). A las 10 de la mañana empe-zaba a vender sus “llauchas” en la Avenida de su casa e iba bajando hacia la Plaza de Sorata por la calle Illampu.
EL DOCTOR ANTONIO: En 1960 en So-rata existía un Centro de Salud, donde trabajaba Antonio, el cual era encargado de la limpieza y muchas veces colabora-ba en las curaciones y operaciones reali-zadas por el médico de Sorata. De tal manera que Antonio era muy hábil e in-clusive aprendió a realizar “amputacio-nes”, curaciones, administración de in-yectables y otros, llegando a recibir el apelativo (apodo) de “Doctor Antonio” y en muchas ocasiones resultó ser más capaz que un médico.
ERICK HOCHAUSER: Era originario de Austria, de profesión al parecer piloto. Llegó a las zonas de Quiabaya y Con-zata donde era dueño de la “mina de oro plumbífera y de plata Cascabel”. Además tenía varias pequeñas propiedades y construyó muchos campamentos comu-nicados entre si por teléfono y por sen-das semejante a Los Alpes. Además plantó árboles de quina y crió ganado vacuno. Trabajó entre 1960 y 1970. En la década de 1970 vendió “Cascabel” a la empresa “Alameda Ltda.”. Tuvo 2 hijos.
EL VERBO: Con este apelativo se cono-cía a Don Adelio Pacheco, natural de la población de Quiabaya. Don Adelio, en su juventud, trabajaba con la familia Mo-ravek y conoció y cuidaba a Luzmila Mo-ravek. Posteriormente trabajó en la zona aurífera de Tipuani y era una persona de campo. Con el pasar de los años Luzmila contrajo matrimonio con Don Waldo Ce-rruto quien en el gobierno de Acción De-mocrática Nacionalista (ADN) fue Pre-fecto del departamento de La Paz y designó a Don Adelio como subprefecto de la provincia Larecaja. Don Adelio a pesar de hablar perfectamente el caste-llano, le gustaba hablar en aymara y utilizaba el término “verbo” para reempla-zar al “sujeto” en las oraciones. Así decía: “ma verbo” = “un verbo (hombre)” o “verbitunaka” = “los verbos (hombres)”. Don Adelio iba a solucionar los proble-mas de las comunidades “in situ”, consi-guiendo su reconciliación. Él se jactaba de conocer más que cualquier otra per-sona la provincia Larecaja y a todos sus “verbitos”: Era un buen hombre, es decir, un buen “verbo”.
HORMIGAS (LLAMADAS EN AYMARA KISIMIRAS): En ciertas épocas, en Sora-ta y sus alrededores, aparecen peque-ñas hormigas en las casas y se dice que “alguien del domicilio se va a ir de esa casa”. Asimismo se debe señalar que en la provincia Larecaja existen principal-mente 3 tipos de hormigas (“tujo”, “kisi-miras” y “muku lulu”).
Algunas hormigas se subían a las per-sonas que veían un partido de fútbol y las personas se desvestían en segundos debido a las picaduras que producían.
En Guanay, Mapiri y Apo-lo existen también las hor-migas que viven en el árbol “palo santo” que son muy agresivas y alguien afirma que sus picaduras son bue-nas para el reumatismo. Estas hormigas son usadas en la “justicia comunitaria” (a los culpables se los ata a un árbol de palo santo para que las hormigas los ata-quen). En el mes de no-viembre en Guanay y Mapi-ri, durante un par de días, se presenta el vuelo de unas hormigas, las cuales caen al suelo y la gente las recolecta para consumir su parte poste-rior ya sea crudas o tostadas, constitu-yéndose en una especie de “maná” que cae del cielo. En las regiones de Conza-ta, Mapiri, Tipuani, Guanay y Teoponte se presenta una hormiga bastante gran-de llamada también “isti” similar a la “bu-na” y a la “tucandera”, cuya picadura es muy dolorosa y que llega a paralizar la región afectada.
SUEÑOS: La mayoría de los habitantes de Sorata, creían en los sueños y sus significados. Así, si soñaban con perros presagiaba un robo; con los pescados significaba frio; con una víbora represen-taba traición; con excremento humano implicaba para unos dinero y para otros desgracias. Cuando uno se bañaba en agua sucia implicaba desgracia; subir un cerro significaba que le iría bien y cuan-do uno descendía lo contrario. Cuando se soñaba con un cura le traería mala suerte; cuando se ingresaba a una Iglesia la noticia de la muerte de una persona conocida llegaría.
Cuando sufría la extracción de una muela, anunciaba la muerte de los padres; soñar con sangre implicaba que se asustaría; con panes que tendría mucho dinero; si soñaba chupando cosas dulces, que su negocio prosperaría; con fuego que la gente la envolvería en “cuentos”; peleas de perros, que existirían riñas de personas; con huevos, que sufriría un fraude. Además se dice que cuando uno soñaba con una persona desnuda, la misma sería deshonrada. En conclusión “la fe movía montañas”.
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