En la provincia Abel Iturralde, situada en el norte de La Paz, se encuentra la mayor explotación de especies maderables, indicó a EL DIARIO el secretario de Madre Tierra, de la Gobernación de La Paz, Gabriel Pari. La bióloga Daniela Moreno contrastó con el efecto que causa, diciendo que “cada árbol actúa como campo de atracción de los rayos, para generar las lluvias y evitar las sequías”.
Indicó que la deforestación en el país se siente con mayor intensidad en el norte paceño, ya que esta práctica la realizan para la habilitación de aéreas de explotaciones agrícola y ganadera.
Explicó que en este condenable proceso intervienen los pequeños productores y poblaciones indígenas; además de “empresas forestales”, que se dedican a la explotación madrera, lo que hace que se pierda miles de árboles.
La tasa de deforestación aumenta en la actualidad en el país en alrededor de 250 a 300 mil hectáreas por año; “en el departamento de La Paz se puede estimar fácilmente entre 4.000 a 4.500 hectáreas en los últimos años”, dijo.
Aseveró que la deforestación para las empresas solo representa la generación de ingresos económicos, sin embargo no se consideran la posibilidad de un aprovechamiento sostenible de los bosques, (en Bolivia existen 3 tipos de tenencia o derecho de utilización forestal: la concesión forestal en tierras fiscales, la autorización de aprovechamiento en tierras de propiedad privada y los permisos de desmonte, que en su generalidad no se ejercen como mandan las leyes del país).
Por otro lado, la doctora Moreno expreso que cada árbol actúa como campo magnético para atraer un rayo, y un espacio geográfico si no tiene árboles, lógicamente no podrá generar lluvias y esto puede causar las sequias.
La consecuencia es la desertificación, es decir la inutilidad de la tierra, debido a que el suelo sin vegetación no cumple su función naturaleza. “Comienza a escasear la humedad, generando un clima y un suelo característico del desierto”.
Explicó que las causas principales de la deforestación son la tala y la quema y el efecto del dióxido de carbono en el medioambiente, que en los últimos años ha aumentado la problemática de la deforestación.
Dijo que con la ayuda de expertos ambientalistas se puede llegar a posibles soluciones a dichos problemas que afectan a la ecología departamental, para evitar la pérdida de miles de hectáreas de árboles en La Paz y de Bolivia.
Indicó que con socializaciones se puede logran aportar una idea más clara de la deforestación y lo dañina que esto es, llevar conocimientos a escuelas e instituciones, sobre cómo prevenir la deforestación, para saber cómo esta nos está afectando a nivel nacional, hacer cumplir las leyes de protección del medioambiente y buscar nuevas tecnologías para minimizar las emanaciones del carbono.
La provincia de Abel Iturralde limita al norte con el departamento de Pando, al sur con la provincia paceña Franz Tamayo, al oeste con la república del Perú y al este con el departamento del Beni. La capital provincial está en Ixiamas, que se encuentra en el Parque Nacional Madidi, en el municipio homónimo. Es la provincia con mayor extensión territorial del departamento, con 42.815 km2 y tiene la población de 11.828 habitantes.
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