En 2012 una auditoría ambiental, realizada por la Contraloría General del Estado, sobre la contaminación en el río Rocha estableció la necesidad de construir plantas de tratamiento de aguas servidas en los municipios de Sacaba, Cercado, Quillacollo y Vinto, para reducir el terrible olor que circula junto a las aguas, no obstante, para ejecutar estos proyectos, que pondrían una solución definitiva a esta situación, se requiere de una importante inversión.
Con el objetivo de mitigar el mal olor del río, cerca del Calvario de Urkupiña, se elaboró una serie de paliativos, que no funcionaron. “Se ha hecho tratamiento con cloro, pero no ha dado los resultados esperados”, dijo Becerra, quien agregó que se plantearon dos planes para resolver este problema. “El Plan ‘A’ consiste en el establecimiento de una zanja definitiva por la cual las aguas del río Rocha sean conducidas y tapadas con tablones, para que el olor del río Rocha no salga 200 metros antes y 200 metros después del puente Martín Cárdenas”.
A pesar de las buenas intenciones, el agua estancada en la zanja abierta por el municipio desprende fuertes olores. “Se está haciendo la prueba de cuál sería la receptibilidad, los volúmenes y la viabilidad de esta opción y en caso de que las condiciones y los volúmenes hagan inviable este Plan A, entonces para la próxima gestión vamos a construir un bypass o canalización paralela al río Rocha de 300 metros.
El Alcalde de Quillacollo se comprometió a evaluar los resultados del plan que ejecuta para mitigar los olores en Urkupiña la próxima semana, para ver qué solución le darán.
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