“Tenemos un pueblo estancado (San Ignacio), albañiles, carpinteros, amas de casa y jóvenes sin trabajo, y lo único que ha crecido es el número de mototaxistas que a diario circulan en busca de pasajeros”, reflexionó el obispo Carlos Stetter, durante la homilía celebrada ayer con motivo de festejar al santo patrono y celebrar el 265.º aniversario de la misión de San Ignacio de Loyola.
Desde el púlpito aseguró que la iglesia ve a San Ignacio como un pueblo estancado que necesita el apoyo de los gobiernos municipal, departamental y nacional, pues el único sector que ha crecido es el transporte público, ya que lo demás no encuentran empleo. Pidió el asfaltado de la carretera Concepción-San Ignacio-San José, postergado desde hace 20 años
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