Rodeados de arbustos, vacíos y en proceso de construcción. En esas condiciones se encuentran cuatro de los siete tinglados financiados por el programa "Bolivia cambia Evo cumple 2007" en el municipio de El Torno, ubicado a 32 kilómetros al sureste de Santa Cruz de la Sierra. Las estructuras metálicas están levantadas en zonas rurales alejadas de la mancha urbana de las comunidades, según constató El Día.
De acuerdo con los documentos revisados por este medio de comunicación, en 2007 el presidente Evo Morales, entregó al entonces alcalde del municipio, Wilver Soliz, un cheque con fondos venezolanos por un valor de Bs 1.100.000 para la construcción de siete tinglados. Cada cobertizo, según consta en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), cuesta en Bs 200 mil y fueron construidos en las comunidades de San Luis, Jorochito, Limoncito, La Forestal, La Rojiza y El Torno, dos en esta última población.
Están en zonas rurales donde hay escasa población. En Limoncito (km 37), a 17 kilómetros de la carretera entrando por un camino arenoso se encuentra Villa San Carlos (zona Cañada Strongest), una comunidad rural que cuenta con 70 familias. A los pies de sus cerros y rodeado de sus cultivos, se alza el tinglado de la subcentral 18 de Julio, que tiene una capacidad física para albergar más de 3 mil personas. Luce vacío, con sus paredes a medio construir y con un puñado de comunarios que se resiste a dar información. Vicente Villarpando, uno de los dirigentes de la zona, dice que el tinglado fue construido en 2009 y que desde ese año hasta la fecha, solo ha sido utilizado para algunas reuniones de los dirigentes que son alrededor de 700. Debido a la poca utilidad, Villarpando comenta que tienen proyectado instalar un centro de acopio de alimentos y habilitar las oficinas de la cooperativa de agua potable "Parabanocito". “Es cierto que ha estado abandonado durante mucho tiempo porque hubo muchos problemas para terminar la obra”, dice y añade que las paredes están en construcción y son financiadas con recursos del Gobierno Municipal de El Torno.
Están en zonas rurales donde hay escasa población. En Limoncito (km 37), a 17 kilómetros de la carretera entrando por un camino arenoso se encuentra Villa San Carlos (zona Cañada Strongest), una comunidad rural que cuenta con 70 familias. A los pies de sus cerros y rodeado de sus cultivos, se alza el tinglado de la subcentral 18 de Julio, que tiene una capacidad física para albergar más de 3 mil personas. Luce vacío, con sus paredes a medio construir y con un puñado de comunarios que se resiste a dar información. Vicente Villarpando, uno de los dirigentes de la zona, dice que el tinglado fue construido en 2009 y que desde ese año hasta la fecha, solo ha sido utilizado para algunas reuniones de los dirigentes que son alrededor de 700. Debido a la poca utilidad, Villarpando comenta que tienen proyectado instalar un centro de acopio de alimentos y habilitar las oficinas de la cooperativa de agua potable "Parabanocito". “Es cierto que ha estado abandonado durante mucho tiempo porque hubo muchos problemas para terminar la obra”, dice y añade que las paredes están en construcción y son financiadas con recursos del Gobierno Municipal de El Torno.
En Jorochito (km 42), por la entrada a la localidad de La Palmira, en el barrio 26 de Enero, se encuentra ubicado en segundo tinglado. Debajo de las estructuras metálicas hay una cancha de fútbol siete convertida en un "chiquero". Al igual que el anterior, su construcción concluyó hace 3 años y ocasionalmente se reúnen los dirigentes de la Subcentral Jorochito. Edith Jaro Martínez, una antigua vecina del lugar, protesta porque el cobertizo en lugar de ser un beneficio para la población es un perjuicio. “Mire cómo lo utilizan pues, para criar chanchos y de noche vienen los jóvenes a emborracharse. Pienso que los dirigentes deben construirle barda y cerrarlo solo para acontecimientos”, sugiere la señora Edith que vive al frente del tinglado.
En San Luis (km 54), entrando 500 metros de la ruta hacia los valles, por el camino que va hacia la pampa El Coscal, está el tercer tinglado en medio del monte y rodeado de escasas viviendas. Luce completamente abandonado y deteriorado, a excepción de los baños recién construidos por la Alcaldía a un costado de la estructura. Leonarda Walta, la única vecina del lugar comenta que desde que ella llegó a vivir ya estaba la construcción, la misma que muy rara vez es ocupada por los dirigentes de la zona. “Nadie lo ocupa, así siempre para. Vino la Alcaldía a construir los baños y después nadie más ha venido”, dice la señora Walta. A 14 kilómetros de El Torno, cruzando el río Piraí y siguiendo un camino arenoso se alza otro de los tinglados, que a diferencia del resto tiene una chancha de futsal construida y un tanque de agua elevado. Sin embargo, está lejos de las unidades educativas de la zona. “Casi nadie lo ocupa y cuando lo hacen es solo para temas políticos”, dice Macario Robles, uno de los vecinos. Los otros dos están construidos en el barrio 27 de Mayo y La Rojiza, en El Torno.
Autoridades cuestionan el abandono de las obras. El concejal de Verdes y presidente de la Comisión de Tráfico y Transporte de El Torno, Elvio Ronald Callejas, lamentó que se han construidos los tinglados sin ningún tipo de planificación y fiscalización en el municipio. “Hay varios que se han constuido en el monte, lejos de la mancha urbana y que no benefician a nadie. Por esto, recién estamos dándole uso algunos, como el de la Subcentral 18 de Julio, que antes era utilizado de sombra para las vacas”, expresó Callejas, que también funge de secretario de la Comisión de Ética. En esa misma lógica, el subgobernador de la provincia Andrés Ibáñez, Gerardo Paniagua, lamentó que los tinglados no estén cumpliendo una función social en las comunidades. Un exdirigente del municipio de El Torno, que no quiso identificarse, reveló que cuando llegaron los recursos para la construcción de los tinglados, hubo una reunión secreta entre el exalcalde y los dirigentes y que fueron ellos quieren supuestamente priorizaron los lugares. "Lamentablemente a quienes exigimos que se hagan en las unidades educativas, nos excluyeron", comentó.
Autoridades cuestionan el abandono de las obras. El concejal de Verdes y presidente de la Comisión de Tráfico y Transporte de El Torno, Elvio Ronald Callejas, lamentó que se han construidos los tinglados sin ningún tipo de planificación y fiscalización en el municipio. “Hay varios que se han constuido en el monte, lejos de la mancha urbana y que no benefician a nadie. Por esto, recién estamos dándole uso algunos, como el de la Subcentral 18 de Julio, que antes era utilizado de sombra para las vacas”, expresó Callejas, que también funge de secretario de la Comisión de Ética. En esa misma lógica, el subgobernador de la provincia Andrés Ibáñez, Gerardo Paniagua, lamentó que los tinglados no estén cumpliendo una función social en las comunidades. Un exdirigente del municipio de El Torno, que no quiso identificarse, reveló que cuando llegaron los recursos para la construcción de los tinglados, hubo una reunión secreta entre el exalcalde y los dirigentes y que fueron ellos quieren supuestamente priorizaron los lugares. "Lamentablemente a quienes exigimos que se hagan en las unidades educativas, nos excluyeron", comentó.
El Torno
El Alcalde deslinda responsabilidad
El Alcalde deslinda responsabilidad
El alcalde del municipio de El Torno, Bernardo Cruz, admitió que desconoce las actuales condiciones de los tinglados y que lo único que sabe es que son siete tinglados construidos durante la gestión de su antecesor (Wilver Soliz). Sin embargo, el burgomaestre Cruz asegura que todas las obras fueron culminadas y en algunos casos complementadas durante su gestión. “Lamentablemente, muchos de los tinglados no están cumpliendo una función social como nosotros quisiéramos. Evidentemente todos los tinglados se deben ocupar y para eso se debe construir infraestructura deportiva para que tenga más utilidad”, señaló el alcalde que durante su gestión ha construido tinglados en las unidades educativas de La Angostura, Tarumá Puerto Rico, Sachari Masi y Santa Martha. Cada uno de ellos, financiados con recursos propios, tuvo un costo aproximado de Bs 200 y 213 mil.
Cruz, que fungió como presidente del Comité de Vigilancia, pide que no se satanice el tema que en su gestión tratarán de subsanar los errores del pasado.
Vea como están estos tinglados:
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