Cuando todo parecía que se normalizaba en La Guardia después de dos años y dos meses, un grupo de personas, principalmente jóvenes, ingresó violentamente al edificio municipal para ‘devolverle’ el sillón de alcalde a Rolando Romero, que había sido despojado del cargo una semana antes por resolución de uno de los concejos municipales que funcionan en esta comuna peleada desde hace más de dos años por dos facciones del MAS.
De manera que La Guardia tiene dos alcaldes, Rolando Romero, que ejerce desde el kilómetro 9 y Jaime Cabrera, que ayer no pudo reingresar a la Alcaldía porque la instructiva policial era desalojar a todos de la sede hasta que una autoridad competente dirima mejor derecho.
También tiene dos concejos, uno presidido por Jenny Fernández (apoya a Cabrera) y otro por Mario Subirana (apoya a Romero).
La situación en la Alcaldía fue normal hasta las 12:30 cuando se produjo el asalto, con las mismas características del que encabezó Cabrera el lunes de la anterior semana. Luego del desalojo de Romero (17:45) quedó ratificado que el conflicto municipal se agrava en lugar de solucionarse, tras negarse el ingreso a Cabrera que estaba convencido de que el desalojo de Romero significaba su reconocimiento como alcalde.
Los dos concejales que en su oportunidad fueron elegidos alcaldes por los concejales (el único elegido alcalde por el voto popular fue Jorge Morales sacado por los concejales en abril de 2012) tendrán que recurrir a la justicia ordinaria para exponer sus argumentos en busca del apoyo judicial.
Orden de evitar enfrentamientos
Media hora después de la ‘retoma’ llegó un contingente policial de la UTOP con la orden de evitar enfrentamientos, por lo que no se permitió el ingreso a nadie. Posteriormente llegó al lugar el comandante departamental de la Policía, Johnny Requena, que inició una ronda de diálogo con los burgomaestres.
El logro fue inmediato pues empezaron a salir por grupos los seguidores de Romero para ser subidos en un camión que los sacó del lugar. Después llegaron dos micros que también partieron repletos de los ocupantes del edificio municipal.
A las 17:45, Rolando Romero convocó a los periodistas y en la puerta de la Alcaldía declaró que salía para evitar enfrentamientos hasta que un tribunal decida quién es el alcalde legal, pero ratificó que él era quien contaba con el apoyo del Concejo y del pueblo para ejercer el cargo.
Cabrera a su vez no se cansaba de pedir a sus simpatizantes que no tiren piedras a los que salían de la comuna e intentó ingresar pero se topó con que la orden policial era desalojar del edificio a todos, sin excepción. De ahí en adelante condenó la actitud del coronel Requena, a quien una hora antes agradecía por constituirse en La Guardia.
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