Resguardada por una fortaleza natural de varias montañas, la localidad de Amaguaya, en el municipio de Guanay, se levanta modesta y cálida. Con la puesta del sol las noches de 56 familias se iluminaban hasta ahora sólo con mecheros y velas. La electricidad era un deseo distante que cambió este 26 de mayo cuando se inauguró su Micro Central Hidroeléctrica (MCH).
Amaguaya, a 120 kilómetros de la ciudad de La Paz, es una población a la que se llega después de cuatro horas de viaje por una carretera de tierra que pasa a través del nevado Mullu Apacheta.
El deshielo de éste y otros nevados alimenta el río que lleva el mismo nombre de la comunidad, cuya vertiente es vital para el funcionamiento de la MCH.
La localidad, que pertenece a la provincia Larecaja, en el departamento de La Paz, no cuenta con transporte público ni agua potable. A pesar de ello, se ha convertido en una pionera al lograr generar energía eléctrica limpia de una fuente autónoma.
"Muchos nos decían que vivíamos como ‘chullpas’ en la oscuridad (...). Han sido años de trabajo y siempre hemos estado firmes en el proyecto”, dijo el secretario general de Amaguaya, Hilarión Flores, durante la inauguración.
Hasta la comunidad, a la que sus pobladores nombran en sus canciones como "jardín de papa” llegaron los involucrados en la implementación de la MCH, que produce 60 kw de potencia.
Un nuevo camino
La obra forma parte del proyecto "Mejorar el acceso a la energía y el apoyo a la producción con energías renovables en comunidades aisladas de Bolivia” a cargo de la ONG Soluciones Prácticas, con el apoyo financiero de Swedish Postcode Foundation, el co financiamiento del municipio de Guanay y la mano de obra de los pobladores.
"Lo que se espera escuchar acerca del proyecto a futuro es que ha tenido un impacto en la educación, el centro de salud y sus actividades productivas” dijo el representante de Soluciones Prácticas en el Reino Unido, Warwick Franklin.
Una vez utilizadas para la generación de electricidad, las aguas retornan al río Amaguaya. El proyecto, según se informó, demostró que el acceso a energías renovables reduce los gases de efecto invernadero y mitiga los efectos del cambio climático.
Electricidad, salud y educación
Los habitantes de Amaguaya se dedican a la crianza de camélidos y al cultivo de papa, oca, entre otros. Cuentan con una escuela y un pequeño centro de salud que antes sólo tenía un motor y un panel solar. Este último servía únicamente para iluminar las instalaciones.
El doctor César Alarcón relata que, en los ocho años que vive en la comunidad, cada mes se hacía una curación dental porque su motor consumía mucha gasolina. "A los demás pacientes se les extraían las piezas dentales, no había otra solución”.
Los problemas de salud más recurrentes en Amaguaya son las enfermedades respiratorias, además de diarreas y parasitosis provocadas por la falta de agua potable.
Asimismo, la energía que estará las 24 horas en las casas, llega a las calles a través de un tendido eléctrico y a la escuela, que cuenta con más de 100 alumnos.
La capacidad productiva también es algo que lentamente ha empezado a cambiar. Elsa Huanca, de 29 años y madre de cuatro hijos, cuenta que las mujeres de la comunidad ahora pueden hilar fibra de llama en máquinas accionadas por la electricidad, aunque a muchas todavía les da temor.
"Tienen todavía miedo a la máquina (...). Antes hilábamos a pulso y hacíamos el tejido en telar. Como es delgado tardamos uno o dos días para hacer un ovillo. Ahora, con las máquinas, en menos de un día lo hacemos. No vendemos las prendas; a partir de hoy queremos exportar” .
Una central montaña abajo
Para llegar a la MCH, el operador Vicente Poma, oriundo de Amaguaya, debe descender por una montaña, un sendero que para cualquier visitante, más que un reto, puede resultar una experiencia de caminata extrema.
Dos veces al día, cada jornada, Poma debe bajar y subir por esa pendiente. Antes de ser operador se dedicaba sólo al cuidado de su ganado y sus cultivos.
"Ha sido difícil la construcción porque el camino es malo para llegar de La Paz hasta Amaguaya. Antes nuestra luz era con mechero a querosén y vela”, dice.
El nuevo operador de la Empresa Comunitaria de Servicios Eléctricos Rurales Amaguaya relata que los alimentos que cosechan les sirven sólo para su consumo, ya que no pueden comercializarlos porque no tienen cómo transportarlos hasta la ciudad.
"Es la primera microcentral que construimos en Bolivia (...). Acabamos de anunciar que tres comunidades quieren un servicio igual”, manifestó el gerente del programa de energía de Soluciones Prácticas, Rafael Escobar.
En Amaguaya, donde las ovejas pastan en pendientes imposibles y donde el caudal de su río ahora significa energía renovable, sus habitantes creen haberse convertido, gracias a su pequeña planta hidroeléctrica, en dueños de su desarrollo.
Cifras y datos
Presupuesto El presupuesto del proyecto de instalación de la Micro Central Hidroeléctrica de Amaguaya alcanzó los 269 mil dólares, de los cuales el municipio de Guanay, departamento de La Paz, aportó con 35.000 . Los materiales y mano de obra no calificada de la población fueron 30.000.
Acceso a la energía Aproximadamente 400 mil familias de las poblaciones rurales alejadas y dispersas en Bolivia viven sin acceso a la energía eléctrica.
Sostenibilidad Para la sostenibilidad del proyecto se organizó la Empresa Comunitaria de Servicios Eléctricos Rurales Amaguaya (ECSER).
Apoyo Para lograr el cumplimiento de las metas propuestas por el Plan de Universalización Bolivia con Energía 2010-2025 se coordinó con todas las instituciones estatales y de cooperación.
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