El presidente de la Federación de Ganaderos de Villamontes, Javier Cuéllar, denunció ayer que el problema de la sequía continúa en el Chaco tarijeño y se agudiza por la falta de agua y forraje.
"La situación se está empeorando, ya se ha reportado más de 2.900 cabezas muertas y esto tiende a empeorar, toda vez que no hay cisterna en este momento y los ganaderos necesitan la cisterna para llevarse agua", manifestó el dirigente.
Si bien existen pozos perforados en la región, "muchos ganaderos no los han equipado porque no pueden vender su ganado por el estado en que está". "Nosotros vivimos sin agua en el campo y es una obligación del Estado brindarnos este líquido elemento. Ahora la gente está sufriendo para tomar un vaso de agua en el campo", demandó.
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