La población dista mucho de ser la mejor población que era cuando se fundó el 23 de enero de 1535, por los españoles, a pesar de tener una gran producción agrícola, ganadería vacuna y agregados que es lo que actualmente aprovechan algunas personas que según los residentes parieños en Oruro no pagan y no brindan una rendición de cuentas por llevarse parte de las riquezas que tiene.
Al ingreso al pueblo, se observa un bello panorama, porque el lugar donde se encuentra es cabecera de valle, mostrando este su atractivo que en esta temporada se torna de un verde de distintas tonalidades porque se aprecia la siembra de papa, haba, oca y otros que crecen gracias a la permanencia de su río, que ayuda para una buena producción.
Paria fue conocida como la metrópoli de la cultura Uru, un centro de comercio que fue abandonada a partir de los problemas que atravesaron los pobladores, entre conflictos legales y políticos con otra población cercana.
Al pasar los años la población que debió mejorar y progresar quedó abandonada, porque existen más residentes en Oruro que en el mismo pueblo, quienes debían sentirse orgullosos de haber nacido en la primera población de Bolivia donde además fue construida la primera iglesia colonial, declarada como Patrimonio Histórico y Cultural durante el gobierno de Carlos Mesa Gisbert.
Las personas que tuvieron la dicha de conocer el pueblo antaño, ahora se decepcionan por la situación en la que se encuentra porque al estar situada en un lugar privilegiado no es atendida por las autoridades de turno a pesar de tener en ella un patrimonio que se desmorona como es el templo de San Ildefonso.
Por esta razón algunas personas que nacieron en el lugar se movilizaron desde hace algunos años para lograr la refacción y restauración del templo, cuyo financiamiento se concretó después de tanto tiempo y en breve comenzarán los trabajos correspondientes.
Lo lamentable del caso es que en el aniversario 479, que se recordó el 23 de enero se advirtió la división de los oriundos del lugar motivo por el que se realizaron dos actos simultáneos que deslucieron el verdadero sentido de un homenaje.
En este aniversario las personas que conocimos hace treinta o más años como era el pueblo, nos sentimos tristes al ver la actual situación de una de las poblaciones que es considerada como un sitio turístico del departamento de Oruro y que al contrario de ser un lugar agradable simplemente se lo ve como un pueblo fantasma.
A partir de este artículo esperamos que las autoridades tomen en cuenta la situación de la primera población del altiplano boliviano que tiene en su territorio un patrimonio que se espera será restaurado a partir del mes de febrero, tal y como se comprometieron algunas autoridades departamentales y municipales.
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