Mientras las siete familias cuyas rústicas viviendas fueron devoradas por el fuego el pasado sábado en El Puente, permanecen en un improvisado albergue, alimentándose de una olla común, al otro extremo del municipio, otras 40 sufren por el rebalse del Río Grande.
Con relación a los damnificados por el incendio, Marcos Palachai, oficial mayor de la Alcaldía, dijo que a las 30 personas que se quedaron literalmente en la calle, se las está atendiendo con alimentos y medicinas por la comuna.
“Ya hemos solicitado ayuda del gobierno departamental y al nacional, pero hasta el momento no ha llegado nada”, aseguró el funcionario.
Rebalse
Sobre las 40 familias que están siendo afectadas por el agua tras el rebalse del Río Grande, en la zona del núcleo 53, Palachai manifestó que el agua aún no ha llegado a las viviendas pero sí ha afectado a una gran superficie con sembradíos de arroz y yuca, además de anegar la mayoría de los caminos vecinales.
Aclaró que ya han sido asistidos por una brigada médica enviada por autoridades de la Gobernación cruceña, ante la denuncia de un brote de diarrea en la población infantil a consecuencia de que el agua que están tomando los niños no es apta para el consumo humano.
“También estamos en la búsqueda de recursos económicos para poder ayudarlos con alimentos y estamos listos para evacuarlos si es que el agua continúa creciendo”, manifestó a tiempo de indicar que se tomaron las previsiones para una emergencia de esta magnitud en la región que pertenece a la provincia Guarayos.
Indicó asimismo que ayer llegaron técnicos del Servicio de Aguas y Regularización del Piraí para hacer un trabajo de evaluación de la situación
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