El municipio de Sacabamba, ubicado en el extremo del valle alto, se declaró en emergencia a causa de la intensa granizada que arrasó con los cultivos y provocó el colapso de cuatro tinglados. Unas 497 familias de 18 comunidades han perdido su producción agrícola y claman por alimentos.
El fenómeno sin precedentes se inició el sábado con una lluvia que duró más de una hora. Según el relato de los comunarios, el granizo alcanzó el tamaño de una canica y cubrió hasta 30 centímetros del suelo. Ante ello, los niños y mujeres que se encontraban atemorizados se refugiaron, con llanto, en sus casas a pesar del temor de que éstas se desplomen.
Algunos pobladores, en su afán de que la granizada termine, salieron de sus casas para reventar petardos e incendiar sus parcelas, siguiendo una antigua tradición local, por la que se cree que la helada puede acabar, como efecto del humo.
Según un recuento de los daños de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), la granizada afectó a 18 de las 35 comunidades.
Entre las más impactadas están: Matarani, Sacabamba Alto, Rumi Huayko, Chaupicollo, Mojoloma Alto y Laguna Alto.
Los pobladores no pueden contener el llanto al ver sus cultivos destruidos. La granizada marchitó los sembradíos de papa, trigo, maíz y haba; además de las plantaciones de durazno y manzana, que se cosechan sólo una vez al año.
La intensa granizada, nunca antes vista en 15 años, también provocó el colapso de tres tinglados y un techo del comedor de la unidad educativa Eliseo Torrico, el mercado central y el internado Jesús María de Sacabamba. También se encuentran en mal estado el depósito, la cocina y la sala de computación, contiguos al comedor del techo destrozado del internado.
La Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación, el municipio de Sacabamba y el Servicio Departamental Agropecuario (Sedag), informaron que la granizada afectó a 497 familias y dañó 242 hectáreas.
A tres días de la helada, los agricultores luchan por salvar lo poco que queda. Algunos, como es el caso de, Gustavo Pérez, inició el fumigado de sus plantaciones de papa marchitas con la esperanza de recuperar algo. Otro productor, Esteban Pérez, contó, sumido en llanto, que perdió 100 cargas de papa, que ya no podrá recuperar.
Los comunarios piden a las autoridades alimentos para sobrevivir al igual que semillas y abono para “comenzar de nuevo”.
Entre tanto, los abuelos de Sacabamba, basados en sus conocimientos locales, auguran una nueva granizada.
ALCALDE Y AGRICULTORES LAMENTAN CONSECUENCIAS DE LA GRANIZADA
Martín Siles, alcalde de Sacabamba
“14 comunidades son las más afectadas”
Requerimos, aproximadamente, de 2 millones de bolivianos para reconstruir los cuatro tinglados grandes que se han caído.
Pero, no contamos con esos recursos, porque ya están comprometidos en el POA de este año. Mañana nuestro Concejo Municipal va a declarar zona de desastre para poder gestionar ayuda inmediata. De las 35 comunidades que hay en el municipio, 14 son las más afectadas.
Fortunato Vallejos, agricultor
“Llorando nomás estoy con mi coquita”
Estoy triste. Mi plantación de papa estaba grande, ya iba a cosechar. He sembrado ocho cargas de semillas de papa. Ahora, todo se ha perdido, el haba y el maíz. Llorando nomás estoy con mi coquita viendo mi cultivo. Por ahora sólo tengo agua en el atajado y con eso voy a regar para hacer recuperar mis cultivos. Es la primera vez que pierdo tanta producción. (…) Ahora qué voy hacer.
Aurelio Fernández, agricultor
“Otras familias no tienen ni para comer”
Estamos pidiendo a nuestro Señor que nos ayude (…) Qué vamos hacer, el Señor nos ha castigado. Estamos sufridos, estamos llorando. Hay otras familias que no tienen ni para comer. El cien por ciento lo hemos perdido (…) Los niños se han asustado, los galpones del colegio, el mercado y del internado y de estos cuatro viveros, donde viven los estudiantes, del internado se han perdido.
Juan López, director Internado Jesús María de Sacabamba
“Lo que queda es tocar puertas”
En el internado hay cerca de 90 niños afectados, que verán en riesgo su estadía en 2014, porque su permanencia dependía de la producción de los viveros, sobre todo de los que vienen de las comunidades alejadas. Lo que queda por hacer en adelante es tocar puertas para que podamos tener ayuda para que estos chicos no queden sin educación, que es lo primero que el Estado tiene que velar.
Las pérdidas
Según el informe la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR), la granizada afectó a 18 comunidades, de las cuales 13 sufrieron daños de magnitud.
El primer reporte da cuenta de la existencia de 497 familias damnificadas, que han perdido más del 90 por ciento de su producción agrícola.
Por el momento, las hectáreas afectadas llegan a 242. Según el primer informe la helada destruyó 10 hectáreas de papa, 72 de trigo, 67 de maíz, dos de haba y 800 plantas de durazno y manzana. Las comunidades recibirán apoyo del Sedag y también del Seguro Agrícola. Pero, los pobladores piden alimentos para paliar la falta de víveres como consecuencia del fenómeno.
Sedag: Los daños
Las heladas y granizadas caídas desde octubre en el departamento han dejado 4.345 familias afectadas y han arrasado con 664 hectáreas de cultivos de papa, haba, maíz y frutas, según un recuento de los daños que realizó el Servicio Departamental Agropecuario (Sedag), Rubén Paichucama, publicado por la agencia ABI.
De acuerdo con Paichucama, las heladas ocasionaron perjuicios a 147 comunidades de los municipios de Colomi, Tiquipaya, Sacaba, Pojo, Totora, Tiraque y Vacas. A estas cifras se añade el informe de Sacabamba.
A los daños por heladas y granizadas se suman el impacto por el desborde de ríos en el trópico de Cochabamba, donde la crecida de los ríos 24 de Septiembre y San Gabriel dejaron 1.000 hectáreas de banano y cítricos afectadas. El municipio de Villa Tunari se declaró en estado de emergencia, la pasada semana, para asistir a las 2.500 familias afectadas con las riadas.
La Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación anunció que está a la espera de los informes finales para enviar ayuda a los afectados en el trópico y Sacabamba.
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