Monday, November 18, 2013

REPRESENTA LA COSMOVISIÓN DE LOS INDÍGENAS Estudian víbora tallada en Santa Ana de Velasco

El viborón, una serpiente de piedra de 20 metros de largo, puede convertirse en una nueva atracción turística en Santa Ana de Velasco, una vez concluyan los trabajos de la Gobernación de Santa Cruz, que viene realizando diversos estudios arqueológicos en distintos lugares del departamento, entre ellos el estudio de grabados en piedra ubicados en las faldas del cerro Mutún, anunciado la semana pasada.

En el caso de El viborón, se trata de un tallado en piedra que representa a una víbora en movimiento y se encuentra en un sitio boscoso a escasos 300 metros de la iglesia de Santa Ana, cercana a un paúro. De acuerdo con las excavaciones efectuadas, se estima que la pieza tiene de 800 a 1.000 años, cifra que se determinará con más exactitud cuando se lleven a cabo otros estudios más avanzados para tal efecto.

Así lo afirmó el arqueólogo cruceño Danilo Drakic, que forma parte de un equipo de expertos de la Gobernación cruceña, los cuales llevan adelante un proyecto de protección del patrimonio arqueológico que se inició con nuevos estudios sobre el origen de El Fuerte de Samaipata.

“Lo de El viborón es algo excepcional. Lo más interesante es que esta figura, que para la cosmovisión de los indígenas chiquitanos representa al ‘jichi’, está cerca de un paúro, lo cual confirma esa relación de la serpiente con el agua y con la piedra”, expresó Drakic.

Era un santuario

El antropólogo apoya su afirmación en el análisis comparativo de instrumentos musicales y piezas talladas en madera guardadas dentro del templo chiquitano. “Hemos encontrado que esta misma serpiente está en la cabeza de un arpa, como también en uno de los asientos en los que se apostaba el cacique mayor de la iglesia”, añadió el arqueólogo.

El hallazgo refuerza la hipótesis de que el lugar era una especie de santuario donde se rendía culto a la serpiente, una de las entidades más fuertes para el indígena de tierras bajas. Tras la llegada de los misioneros, el sitio quedó escondido, pero los chiquitanos conservaron el símbolo de la serpiente en las mencionadas piezas. Un ejemplo más de cómo se manifestó el sincretismo religioso, presente también en otras representaciones, como la del piyo, en San Javier

LA SIARB HA TRABAJADO EN EL CERRO MUTÚN

Pisadas de piyo, círculos, huellas humanas y dibujos complejos están esparcidos en un piso de hierro y otros metales en un espacio aproximado de 100 metros cuadrados en las faldas del cerro Mutún. Estos grabados pueden tener hasta 4.000 años, según Drakic, quien hizo una inspección al lugar.

Al respecto, la Sociedad de Investigación de Arte Rupestre de Bolivia (Siarb) aclaró un dato proporcionado por Adhemar Campero, oficial de Cultura de Puerto Suárez, que afirmó que hace más de tres décadas que no se ha hecho un estudio a profundidad sobre los grabados.

“Hemos publicado un amplio estudio; además, presentamos una propuesta para la puesta en valor del sitio La Cruz de Mutún”, indicó Freddy Taboada, presidente de la sociedad.

Trabajos

Cosmovisión de tierras bajas
Diego Belfort ha desarollado una investigación de la cosmovisión del oriente boliviano en la que resalta la importancia de la serpiente, el piyo y el jaguar.

El fuerte sirvió de calendario
Danilo Drakic plantea la hipótesis de que El Fuerte de Samaipata sirvió de calendario y observatorio astronómico a las civilizaciones de tierras bajas.

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