María Díez Roca le da terror volver a casa. Con sus niños a lado, prefiere un techo de hule en un campamento de evacuados que está sobre un terraplén a dos kilómetros del puente Fadrique Muñoz. Un rabioso turbión del Maniqui embistió a San Borja este fin de semana, rompió su cauce y está a pocos centímetros de rebasar los defensivos de la cuarta ciudad más grande de Beni. Villa Gonzales, Galilea y Las Mercedes están bajo el agua y el camino que va a San Ignacio de Moxos se ha convertido en un río bravo. María vivía en Galilea y ya no puede volver porque sigue lloviendo y el agua le llega al cuello.
Como ella, hay otras 500 familias damnificadas por el turbión y aún no hay idea del daño sobre ganado y hectáreas de arroz perdidos. El desborde ha roto la única vía de salida que había por tierra, después del cierre de la carretera a La Paz en el tramo de Palos Blancos. San Borja está aislada, así se ve desde el cielo al llegar, rodeada de ‘yomomales’ café oscuro. Hay cortes de agua potable y de electricidad porque dos postes del sistema integrado de energía cayeron en Alto Beni y los almacenes de alimentos vendieron casi todo a Rurrenabaque y a Santa Rosa.
“No hay carburantes, ni alimento, ni servicios, por eso nos hemos declarado zona de desastre”, dice Jorge Áñez, alcalde borjano, mientras surca sobre una lancha las aguas sucias que corren sobre lo que un día fueron haciendas, ranchitos y caminos.
Añez comenta que hace 20 años que no se veía un golpe del Maniqui tan fuerte, intenta guiar a unos vaqueros que luchan para sacar a sus caballos del agua. Una resolución ha declarado zona de desastre al municipio y le pide al presidente Evo Morales que se pronuncie, porque los Bs 600.000 que tiene para la emergencia ya no alcanzan, como tampoco son suficientes los cargamentos de vituallas que trajeron Defensa Civil y la Gobernación de Beni.
“Rurrenabaque compró los alimentos, Santa Rosa también ha comprado todos los víveres de San Borja, el pueblo está desabastecido”, dice el concejal Javier Mayta a los evacuados, donde está la familia de María Díez y de otras que huyeron de Las Mercedes, Tierra Santa, Pinar, Santa Elena y Limocito.
En el surtidor ya no hay diésel y, como los camiones cisternas con gasolina no han podido llegar, se acaba el combustible. De hecho, ni siquiera hay combustible para que el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) del municipio llegue a las zonas que necesitan evacuación. Y la pista del aeródromo Germán Quiroga Guardia es un lodazal que solo permite el aterrizaje de avionetas y helicópteros.
Llueve sin tregua, se acaba la comida y el río, con 30 centímetros más de crecida, se va a entrar al pueblo. Todo eso quita el sueño a San Borja, que tiene a su lado a una enorme masa de agua que no tiene pena de nadie ni de nada.
Claves
1
Anoche, a las 21:50, el alcalde Jorge Áñez llamó al COE a una reunión de urgencia para evaluar los impactos del desastre y analizar las respuestas del Gobierno y la Gobernación frente al pedido de ayuda.
2
Decenas de familias del sector norte de Rurrenabaque abandonaron este domingo sus viviendas y se instalaron en carpas, a raíz de la crecida del río Beni. El COE solicitó al Gobierno que declare a Beni zona de desastre nacional.
3
El gobernador Carmelo Lens anunció que hoy llevará auxilio, alimentos y medicina para los damnificados de la periferia de la capital de Beni.
Desde el agua
Un generador raciona la luz
Ayer hubo energía eléctrica en San Borja solo desde las 19:00 hasta la medianoche. Un generador eléctrico a diésel permitirá devolver el suministro de luz hoy a partir de las 7:00. El problema es que ya no hay combustible.
La tragedia une
El alcalde Jorge Áñez y cinco de los siete concejales de San Borja, de oficialismo y oposición, fueron vistos en trabajos de rescate y asistencia a la población, en inspecciones a pie y en bote.
Una palizada
La Gobernación de Beni alertó que una palizada sobre el río Maniqui ha provocado los desbordes que golpean a San Borja. Según la administración de Carmelo Lens, la limpieza fue pagada en la gestión de Haisen Ribera, pero no fue ejecutada.
Olla común
La Alcaldía ha organizado a los evacuados en campamentos, donde la comida se raciona y se distribuye en olla común. En las próximas horas se acabará el alimento en el pueblo, dicen los ediles.
Se pronostica lluvias
De acuerdo con el Senamhi, para todo el mes están previstas lluvias que afectarán a la provincia Ballivián, donde queda ubicada San Borja.
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